¿Estamos preparados para Internet de las Cosas?

22/09/2016

¿Estamos preparados para Internet de las Cosas?

¿Cuáles son los principales desafíos para implementar de Internet de las Cosas (IoT) en América Latina y el Caribe? ¿Está preparada la región? ¿Qué deben hacer las organizaciones? ¿Se garantiza la privacidad de la información con IoT? ¿Se multiplican los problemas de seguridad? ¿Existe un límite de conexión de sensores de dispositivos a la red de redes? ¿Tendrán interoperabilidad esos sensores cuando las “cosas” son conecten a múltiples dispositivos?

Esta es apenas una pequeña muestra de las interrogantes que tratarán de contestar los expertos participantes de LACNIC 26, especialmente en el panel que tendrá lugar el martes 27 de setiembre (http://www.lacnic.net/web/eventos/lacnic26-agenda).

Uno de los expositores será Gabriel Montenegro, ingeniero de Microsoft, quien nos adelanta su visión sobre el actual desarrollo de Internet de las Cosas y pone sobre la mesa las dificultades que pueden presentarse cuando se produzca una conexión masiva de las cosas a Internet.

¿Qué impacto puede tener Internet de las Cosas (IoT) en la vida cotidiana de las personas?

Es oportuno recordar que antes de llamarse “IoT” un término muy comunmente utilizado era el de “redes de sensores”, refiriéndose a los dispositivos que se integran con el ambiente y que gozan de capacidades de lógica (computación), control y comunicaciones. Una gran parte de las funciones de estos dispositivos consiste en detectar cambios en el ambiente que los rodea y actuar acorde a estos cambios. Podemos esperar que el ambiente tendrá cada vez más capacidades sensoriales. Esto representa un cambio radical en el mundo y-tal como ocurrió con la introducción de la Internet- es imposible predecir todas sus aplicaciones.

Creemos que procesos industriales y de negocios serán más eficientes por las posibilidades de monitoreo operacional y la oportuna resolución de problemas. Agricultores siguen más de cerca y en detalle el desarrollo de sus cosechas, los riegos y los cambios en sus suelos para aumentar y mejorar la producción. Compañías eléctricas ya han estado participando en este mundo obteniendo información proveniente de residencias y edificios, lo que les permite una gestión más detallada y adaptable de energía. En el campo de la salud, un monitoreo constante de parte de personal médico sobre sus pacientes (en contraposición a una visita médica anual, por ejemplo) ayuda a prevenir dolencias antes de que sean críticas. Ancianos viviendo solos podrán tener más autonomía y al mismo tiempo reducir los riesgos que esto conlleva para una persona de edad. También hay mucha expectativa sobre cómo se transformarán nuestros hogares. Ya vemos muchos dispositivos inteligentes, como candados, sistemas de riego para el jardín, controladores de temperatura, sistemas de seguridad y controladores centrales que sirven de interface entre los usuarios en el hogar y los dispositivos allí instalados, inclusive usando la voz y algunos gestos.

¿Qué cree que cambiará cuando IoT sea una realidad de uso masivo?

Hasta el momento lo que presenciamos es la aparición de “cosas” inteligentes que intercambian información con un número muy bajo de dispositivos (usualmente uno o dos). La masificación llevará a verdaderas redes de dispositivos que podrán operar coordinadamente intercambiando información entre si. Ya no hablamos de interacciones con un par de cosas más, sino de un comportamiento en masa: habrá coordinación de movimiento (e.g., bandadas de drones) o de procesamiento de información. Esto nos llevará de una “Internet de Cosas” a una “Internet de redes de Cosas”.

Otro componente esencial es el procesamiento de toda esta información y la gestión de todos estos dispositivos. Es un problema de una escala tan masiva que empujará la evolución de la nube para poder procesar tanta telemetría. Aún así será imposible salvar todos los datos y por eso las reglas de procesamiento y el procesamiento local (dentro de una red de dispositivos) serán claves para obtener una visión resumida y de tendencias como una opción para no tener que siempre almacenar el torrente de datos que se produce diariamente. Este tipo de procesamiento en los bordes puede aplicarse a imágenes o video al igual que a diversos tipos de análisis.

¿Cuáles son los primeros usos que está teniendo IoT en la región de América Latina y el Caribe?

Francamente, no estoy muy en contacto con el estado de la adopción de estas tecnologías en Latinoamérica. Es una de las razones por las que voy a participar en la reunión de LACNIC este mes de septiembre en San José de Costa Rica.

¿En el terreno estrictamente técnico, qué desafíos presenta IoT hoy en día? (seguridad, privacidad, etc)

Efectivamente, seguridad y privacidad son dos de los temas que más problemas presentan. Justamente en la reciente conferencia de DEF CON (agosto 2016) se identificaron 47 vulnerabilidades nuevas en 23 productos de 21 fabricantes. Hay que recordad que ya no hablamos puramente de software sino de dispositivos: de candados que se pueden abrir, de termostatos manipulables, de sillas de ruedas que se pueden controlar. Este tipo de ataques pueden llevar a daños en viviendas, robos, incendios, riesgos de lesiones físicas. Y por supuesto, muchos dispositivos carecen de una buena política de actualización de software (software updates)

Otro problema es el de la enorme cantidad de información que se produce y se almacena ya sea en una nube pública o en servidores centralizados. ¿Cómo se garantiza la privacidad de esta información?

Debemos mencionar que el gran problema de interoperabilidad no es solo a nivel de protocolos sino también a nivel de las capas superiores: la definición semántica de estos dispositivos. Hay demasiada variedad y por ellos proyectos como Open Translators ayudan a que los programadores tengan una API consistente para, por ejemplo, controlar termostatos sin importar los fabricante ni las diferentes definiciones semánticas que éstos le dieron originalmente a sus dispositivos.

Como industria no estamos siendo muy responsables al respecto. Hay demasiada fragmentación en cuanto a protocolos e implementaciones de software. Hay muchas organizaciones de estándares lo que lleva a múltiples pilas de protocolos. Cada pila aumenta la superficie de ataque. Un elemento primordial para mejorar la situación es el de reducir pilas y para ello necesitamos reducir el número de estándares en IoT. Ya hemos visto buen progreso de la parte de AllJoyn y OFC, pero falta mucho más. El IETF es una pieza importante en este esfuerzo.

¿Qué se está pensando desde el IETF para hacer viable IoT? ¿Es IPv6 la solución?

Desde RFC4919 y la fundación del grupo de trabajo 6lowpan (hoy en día 6lo) nos dimos cuenta que IPv6 era parte de la solución. Ya estamos viendo productos en el mercado. Las razones son varias:

· Enorme número de dispositivos necesita de una capacidad de direccionamiento que va más allá de IPv4

· Necesidad de autoconfiguración

· Necesidad de compresión de encabezados da la ventaja a IPv6 (es más comprimible que IPv4)

· Restricciones de memoría implican que frecuentemente es obligatorio escoger una sola pila. Por ello el IETF se ha enfocado sobre IPv6 para IoT casi exclusivamente.

Otro dato interesante: cuando iniciamos el grupo varios representantes de países asiáticos enfatizaban que sus gobiernos exigían el uso de IPv6.

Estos esfuerzos han llevado a RFC’s como RFC4944 (adaptación básica de IPv6), RFC6282 (compresión de encabezados) y RFC6775 (modificaciones a neighbor discovery para IoT) al igual que diversas extensiones de estos RFCs. También ha habido mucho trabajo a nivel de enrutamiento y en protocolos de aplicación (CoAP).

Cabe añadir que IP no es la solución para todas las tecnologías. Por ejemplo, las tecnologías LPWAN con mucha vigencia hoy en día usan paquetes cuyo mayor tamaño usualmente no pasa de los 20 octetos. En este caso el IETF está considerando trabajar a nivel aplicativo, pero poco se dice a nivel de soporte de IP para LPWAN.

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